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viernes, 17 de octubre de 2008

La Cita...



Hoy tienes una cita muy importante.... Cómo? Lo olvidaste? No te lo recordó tu alarma en el celular? No hubo un recordatorio en tu calendario? Ningún mensaje? Algo que te te recordara tu cita de hoy?.. Lo olvidó tu asistente?... Claro, es natural, estamos llenos de actividades que en ocasiones olvidamos que alguien en algún lugar esta esperándonos.


El día de hoy tu cita no es de negocios; no.., tampoco olvidaste una reunión familiar... ni un café con tu mejor amiga... ni una cita romántica con tu pareja.... Hoy es Dios quien te espera, como cada día. Es la cita mas importante y a la que con frecuencia no llegamos.


Desde la creación Dios ha estdo interesado en tener una relación cercana con sus hijos, fuimos creados para tener comunión con el Padre, él nos hizo a su imagen y semejanza para que pudiéramos entenderlo, gozarnos en él, someterme a su voluntad y disfrutar de su Gloria. Si embargo, el pecado, vino por un tiempo a romper esa comunión. Jesucristo vino a romper ese velo y a restaurar esa comunión perdida y hoy podemos entrar confiadamente al trono de su Gracia y encontrar misericordia.


“Más tú cuando ores, entra en tu aposento y cerrada la puerta, ora a tu Padre que ve en lo secreto”Mateo 6:6


Orar es hablar con Dios, es ese momento íntimo en donde al entrar a nuestro lugar secreto y cerrar la puerta nos encontramos con él, donde puede escucharnos y él nos habla. El orar es un deleite y un privilegio, porque significa que nosotros, simples creaturas podemos dirigirnos a nuestro Creador y establecer una relación de amistad con Dios a través de Jesucristo (Nadie viene al padre, sino es por mi Juan 14: 6). La oración nos permite alabarle, adorarle y agraderle por cada una de las bendiciones que ha derramado sobre nosotros, asi como también descansar en él nuestras cargas, necesidades, aflicciones, angustias y recibir esa paz que sobre pasa todo entendimiento cuando creemos con todo nuestro corazón que Él puede suplir todas nuestras necesidades espirituales, fisicas y materiales.


La oración afirma y fortalece nuestra fe, ya que al ponernos en manos de Dios confirmamos lo que somos en Cristo y reconocemos nuestra pequeñez, nuestra debilidad , dependencia y necesidad de Él. Es disfrutar de su hermosa presencia y nos da la oportunidad no sólo de que su oído se incline a nuestro clamor, sino que al estar ante él, se revela ante nosotros y conocemos un poco mas de su corazón, de su amor, de su bondad, de su misericordia y es ahí donde podemos renovarnos, fortalecernos en él y descubrir que toda batalla se gana primero en oración. A Dios le agrada que nuestra plena confianza esté en él.


No menosprecies el amor que Dios tiene para ti, decídete a restaurar tu vida de oración y mejorar tu relación con aquél que ha dado todo por ti, búscale con todo tu corazón, que él te está esperando con los brazos abiertos, acude a tu cita más importante de cada día y tu vida será transformada.


Señor, en esta hora, vengo delante de ti, reconociendo que te necesito, te pido perdón por no haber acudido a mi cita contigo, pero hoy quiero que tu espíritu santo me guie a ese lugar donde solo estamos tu y yo, deseo con todo mi corazón buscar tu rostro y deleitarme en tu hermosa presencia, que no haya nada ni nadie que pueda impedir ese momento en que tenemos tanto que decirnos, que mi confianza en ti, mi hambre y mi necesidad de ti crezcan con cada encuentro, que sea mi oído sensible a tu voz y me permitas conocer lo que hay en tu corazón, que me sostengas con tu amor y me renueves con tu abrazo. Que cada día pueda yo, en lo público, reflejar el destello de la luz que encuentro cada vez que estoy en tu presencia. En el Nombre de Jesús. Amén!

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